Denuncian tarifas excesivas en los baños del Carnaval de La Paz; hasta 100 pesos por uso

Asistentes denuncian cobros excesivos y falta de acceso a servicios básicos

Durante los primeros días del Carnaval de La Paz, el acceso a sanitarios ha sido motivo de quejas constantes entre los asistentes. Los baños portátiles instalados a lo largo del malecón tienen un costo de entre 10 y 20 pesos por uso, pero algunos establecimientos han llevado el cobro a extremos, exigiendo hasta 100 pesos por persona para acceder a un sanitario.

El problema no radica solo en el costo, sino en la falta de regulación y estandarización de precios, lo que ha generado inconformidad entre los visitantes. Mientras que los sanitarios portátiles operan con tarifas relativamente accesibles, restaurantes y bares han convertido sus baños en un servicio exclusivo para quienes pueden pagarlo.

Llegando a imponer tarifas equiparables al consumo de alimentos o bebidas. En un bar de mezcal, ubicado en la esquina de Belisario Domínguez y Constitución, el acceso al sanitario cuesta 100 pesos.

Los visitantes del carnaval han expresado su molestia ante esta situación. En entrevista, algunos coincidieron en que el acceso a los baños debería ser gratuito, limpio y seguro, considerando que se trata de un evento masivo organizado por el Ayuntamiento.

Además, los visitantes provenientes de la Ciudad de México señalaron que en otras festividades similares en su ciudad existen zonas de hidratación con bebederos gratuitos, garantizando el derecho básico al agua potable.

“Está muy mal que en un evento público se cobre tanto por una necesidad tan básica”, comentó una joven proveniente de la Ciudad de México, quien destacó la ausencia de alternativas accesibles para los asistentes.

Autoridades justifican costos
El Ayuntamiento de La Paz informó que se instalaron siete puntos con baños portátiles en lugares estratégicos como el Parque Cuauhtémoc, el Callejón Cabezud, el Kiosco del Malecón y la zona de juegos mecánicos. No obstante, al estar concesionados a empresas privadas, los costos quedaron a su criterio.

La falta de regulación en estos cobros ha generado debate entre los asistentes, quienes consideran que el Carnaval, una fiesta del pueblo, no debería convertir una necesidad esencial en un negocio exclusivo para quienes puedan pagarlo.